Aunque soy ateo activista, no soy tan purista como para negarme a felicitar la Navidad. Comprendo que vivo en una cultura donde hasta mi nombre tuvo una vez una connotación religiosa, y no pasa nada por celebrar con alegría los restos de una cultura moribunda que cada cual le da el sentido que quiere.
Por eso mi apuesta es celebrar el cumpleaos del científico más grande de todos los tiempos, Isaac Newton, que nació un 25 de Diciembre y predicó la buena nueva de un conocimiento superior. Un conocimiento que nos demostraría, más allá de la fe, cómo funcionaba nuestro mundo e incluso otros más lejanos.
Newton era creyente, como casi todos los hombres y mujeres de su época. Pero a diferencia del legado de Jesucristo, el suyo fue producto de un esfuerzo científico que podemos contrastar racional y experimentalmente. No es la fe, sino el duro trabajo de la ciencia lo que mantiene sus leyes vigentes (amén de Einstein). Y aunque quizás no importe demasiado, él, a diferencia de Jesucristo, sí es un personaje histórico que sabemos que existió realmente... así que ¡FELIZ ANIVERSARIO DE ISAAC NEWTON!
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